En 2020, el mundo se volvió al revés. La pandemia de Covid-19 ha provocado grandes cambios en el comercio minorista y ha transformado por completo la forma de comprar de los consumidores. La integración omnicanal para atender a sus clientes de la mejor manera posible ya no es un punto de diferenciación sino una absoluta necesidad. Debido a los lockdowns y los problemas de seguridad, se ha producido un enorme impulso a las compras en línea, lo que ha generado un creciente poder de las plataformas y a los ecosistemas. La conveniencia es fundamental para los clientes y debe ser priorizada por todos los comerciantes minoristas. Y aunque la necesidad de una experiencia extrema en el comercio minorista se ha desplazado de la experiencia física al contacto digital, la experiencia y el entretenimiento seguirán siendo una necesidad importante del consumidor. Finalmente, otra tendencia acelerada por la pandemia es comprar productos locales y esperar responsabilidad social de los comerciantes minoristas y de las marcas. Por este motivo, ofrecer soluciones sustentables a los clientes es lo más importante. El cambio ha llegado. Los comerciantes minoristas deben adaptarse para sobrevivir, y eso será un gran reto para todos. Pero también es una oportunidad para reinventarse. El momento de la innovación es ahora.