Emprender un nuevo sentido en el hacer las tareas del ama de casa, un sentido espiritual con las manos que Dios ha dado y que muchas veces no le damos importancia. Cuántas alegrías, amor, felicidad y paz se pueden dar con las cosas simples, pero preparadas con cariño y creatividad para los seres queridos y para todos aquellos con los cuales queremos compartir momentos de un nuevo diálogo, servicio y caridad en el mundo de hoy, donde hay tanta frialdad, falta de amistad y espiritualidad. El mundo de hoy necesita calidez, bondad y ternura. Tratemos de poner en práctica estas virtudes en nuestras familias. Necesitamos una nueva primavera, una primavera del espíritu, una primavera del corazón, para ser una buena semilla en nuestras familias y ser felices. .Leia mais